sábado, 25 de marzo de 2017

Tolerancia social hacia la sensibilidad


No sabía muy bien cómo enfocar ni tan siquiera el título de esta entrada, veremos qué sale de esto...

Cada niño, cada persona, es un mundo, sea o no sea AC, somos seres únicos e irrepetibles. Con tanta diversidad resulta incomprensible -al menos para mí-, que no se toleren, no se comprendan, ni se respeten, las diferentes formas de ser de una persona. La presión social, la educación familiar y cultural, lo que se espera de nosotros, hacia qué lado se dirige la mayoría...son los obstáculos que nos encontramos por el camino. 

La semana que viene acaba un taller de creatividad específico al que iba mi hijo. ¿Por qué específico? Por el tipo de alumnado y sobre todo por los dos profesionales que han llevado el taller. Hasta octubre no volvemos, pero tengo claro que repetimos. Lo que hemos sacado del mismo no es lo que haya podido aprender, que al final  es lo de menos, sino que ha sido un lugar donde ante todo, ha habido aceptación y normalización. Se ha trabajado mucho la parte emocional y social, respetando diferencias, dando a cada alumno lo que necesitaba. Y una vez te dan ese caramelo, ya solo quieres repetir del mismo. 

¿Pero por qué en ese taller se resuelven los conflictos asertivamente, por qué la dinámica es tan diferente al cole? Hay una cosa que me dijo uno de los psicólogos que lo imparten, con la cual estoy completamente de acuerdo. Cuando hay un conflicto, la actitud del docente/adulto es fundamental. Si el docente muestra nerviosismo, enfado o inseguridad a la hora de afrontar ese conflicto, al final se transmite a toda la clase. Si lo resuelve de forma tranquila, dando tiempo y espacio, respetando y aceptando a cada alumno como es, con límites, por supuesto, el alumno del conflicto aprende poco a poco a gestionar esas situaciones sin ser juzgado, sino como un aprendizaje más, y el resto de alumnos tampoco juzga, normaliza y acepta. Si esto se hiciera más en los coles, y en la sociedad en general, estaríamos promoviendo una tolerancia real. Y con tolerancia no me refiero a que se aprueben comportamientos y actitudes inadecuados, sino que se resuelvan de forma asertiva y tranquila, dando seguridad a todo el grupo. 

Es por eso, que ahora que estoy buscando una actividad motivadora para mi hijo para los próximos meses, me estoy encontrando con que no es tan fácil. Y podréis pensar, "no hay que presionar al niño y tenerlo ocupado todo el día". En su caso es que no está nada ocupado, a lo que se le suma que lleva dos meses sin ir al cole, con lo que sí que me interesa. Ni viviendo en la capital es tarea sencilla. Sobre todo si buscas algo específico sin que tengas que arruinarte por dar a tu hijo algo que necesita y que además sea un sitio donde acepten sus sensibilidades sin juzgarlas. Y podréis pensar de nuevo, "es que es él quien tiene que adaptarse al mundo, y no al revés". Y creedme que así es como pienso, pero no es lo que necesita ahora mismo. Por el momento necesita comprensión, necesita encajar en un grupo donde se le respete y se le comprenda sin ser juzgado, necesita subir esa autoestima, sentirse valorado y querido por ser quien es, no por ser como los demás quieren que sea, que para eso ya tiene el cole, y este año ha sido horrible. 

Y lo bueno es que empieza una época en la que dispondré de más tiempo para buscar y encontrar, para decidir, probar, concienciar, aceptar y que acepten. Será un nuevo camino largo, pero confío en las personas. Al final mi hijo encontrará la aceptación, él ya está poniendo de su parte para aceptar también. 

Pronto os contaré novedades, pues hoy vamos a una conferencia sobre la importancia de la inteligencia emocional en la superdotación, y seguro que sacamos cosas muy interesantes de ahí.





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