domingo, 15 de enero de 2017

Las Altas Capacidades salen caras


Cuando oyes comentarios sobre altas capacidades de personas que no están muy familiarizadas con el tema, te puedes encontrar con comentarios del tipo: "Pero si lo tenéis muy fácil, ser inteligente te abre muchas puertas, y puedes hacerte rico, tienes más oportunidades".

La verdad es que normalmente sucede todo lo contrario. Cuando empiezan a ocupar espacio en tu cabeza las altas capacidades porque sospechas que tu hijo puede tenerlas, piensas quizá que el paso más complicado sea confirmarlas, y que una vez detectadas, todo será más fácil, y que todo irá sobre ruedas. 

¡JA! Pues la realidad es otra bien distinta. Después de ese periodo de angustia por el cual pasamos la mayoría de familias sobre si será o no será, me lo parece, y no me lo parece, empieza la verdadera batalla. Si las AACC se han confirmado a través de un gabinete privado, toca comunicarlo en el colegio, cruzar los dedos para que sean abiertos y tengan capacidad y sobre todo VOLUNTAD en atenderlas. Y eso en el mejor de los casos,pues otro de los caminos complicados pasa por oficializarlas ante la Administración. De esto se encargan los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica de cada comunidad. El proceso puede ser largo y tedioso, y mientras tanto tu hijo sigue sin la atención que necesita. Conozco demasiados casos en los que esta fase se convierte un auténtico calvario para las familias, pues o no están por la labor, o están desbordados de trabajo porque SIEMPRE hay casos más urgentes que atender, ya que como ellos van sobrados y otros no llegan, se atiende primero al que no llega, aunque el que va sobrado esté sufriendo de depresión infantil, conductas disruptivas, vaya a terapia, etc. Pero también puedes encontrarte, y esto es bastante habitual, que los responsables no estén cualificados para evaluar las altas capacidades. Pasan las pruebas sin tener la suficiente pericia y conocimiento que se requiere para aplicar e interpretar los tests, y como al final lo que cuenta es el dichoso número, acaban determinando que tu hijo no es de altas capacidades, y dejan a tu hijo sin atender. 

Pero aquí no está todo perdido, pues puedes pedir una segunda evaluación o de contraste al DAT e incluso una tercera a la Consejería de Educación correspondiente. El asunto se complica, se alarga y tu hijo sigue sin ser atendido.

¿En qué punto estamos nosotros? Pues tras la evaluación completa privada, solicitamos directamente la validación por parte del EOEP mediante prueba de contraste, tuvimos la reunión con el orientador de zona que nos dijo que pasaría alguna prueba, pues el informe que entregamos les pareció bastante completo. Entre tanto, el equipo de orientación del cole nos dijo que mientras se tramitaba, igualmente atenderían ya a mi hijo, pero esto aún no ha sucedido. Ni siquiera hemos tenido la reunión con tutor, jefe de estudios y orientador del cole (llevamos más de dos meses esperando). Sorpresa cuando me cuenta el niño que el viernes   le sacaron para hacer una actividad. De esto me informó a mitad de semana el orientador del cole, y nosotros pensando que se trataba de actividad de ampliación. Cuando el niño empezó a describirme la "actividad", entendí perfectamente que se trataba de un test de inteligencia. Le pasó 4 subpruebas del WISC. El niño me dijo que había alguna que no quería hacer, y así se lo transmitió al orientador, quien a pesar de decirle que acabarían en seguida, continuó, esa subprueba finalizó rápidamente ante la no colaboración por parte del niño. Aún así le pasó otra prueba más. Ahora me toca pedir explicaciones, pues de haberlo sabido, le habría explicado al niño que le iban a hacer una prueba para medir su inteligencia y que debía de esforzarse aunque no le gustara alguna prueba, pues solo así sabrían su verdadera capacidad. Y me parece tan injusto que actúen así, pues parece una jugarreta a traición, tras saber que había pasado una mala semana, un viernes a última hora, y habiéndome dicho que se trataba de una actividad, no de una prueba. Y obviamente me tocará pedir explicaciones y reclamar, seguramente acabe dentro de poco en el DAT.

Mientras tanto, y en vista del largo proceso que se viene encima, intentas atender a tu hijo por tu cuenta, fuera de la Enseñanza Reglada, por lo tanto, toca invertir dinero en actividades extraescolares, que permitan no solo desarrollar su talento, sino en muchos casos, hacerle recuperar la motivación perdida. A esto se suma, que si buscas actividades específicas para niños de altas capacidades o muy especializadas, muchas veces puedes encontrarte con actividades que suponen 80 y hasta 120 euros al mes. Si eliges más de una actividad, el presupuesto familiar se sigue incrementando. ¿Y por qué hablo de actividades específicas? Porque hasta ahora nos hemos encontrado con la barrera de la edad sobre todo, ya que en muchas ocasiones no le han permitido formar parte de alguna actividad o taller por ser demasiado pequeño, a pesar de que por capacidad habría encajado perfectamente. Y porque cuando buscas actividades, al clasificarse por edades, éstas no suelen suponer ningún reto para mi hijo, y acaba aburriéndose. Conm lo fácil que sería todo si le gustara el fútbol, ¿verdad?

Pero es que además, en muchos casos, esto no es suficiente, ya que el foco del problema está en el colegio y es donde siguen sin estar atendidos, con lo que a veces no sirve ni para tapar el parche. Si además tu hijo necesita ir a terapia, o tratar alguna dificultad añadida, la cuenta empieza a estar en números rojos, si tu nivel socioeconómico está en la media. Con lo que sí, tener altas capacidades para muchas familias bien supone renunciar a cultivar ese talento, o bien pedir créditos, o bien renunciar a otro tipo de gastos familiares (ocio, vacaciones, coche nuevo, etc. ) o bien ser muy hábil en coleccionar cupones de descuento del supermercado.

En nuestro caso, nuestros recursos económicos son bastante discretos, con lo que tenemos que evaluar bien en qué invertir el dinero. Pues entre otras cosas, necesitaría volver a terapia, aunque en esta ocasión con psicólogo especializado en altas capacidades que es quien mejor podría atender al niño, para ayudarle a gestionar su frustración, su aburrimiento, su nerviosismo y ansiedad ante el colegio. Pero de momento no podemos, y al final hemos apostado por un taller a través de la asociación que se imparte dos sábados al mes hasta abril, y donde comparte experiencias con otros niños de AC.

Las clases de piano se las doy yo en casa, gracias a que fui a la escuela de música de niña, y para empezar, algo puedo enseñarle. Es fan de Beethoven, como él dice, y está muy motivado para aprender a tocar el piano.

En Navidades y cumpleaños no hay juguetes, hay material educativo (Microscopio, telescopio, el teclado, juegos de ciencia, algo de construir...), pues es lo que demanda y por supuesto no le dan en el colegio.

En definitiva, darle lo que necesita (y no son caprichos), sale caro. Y no queremos renunciar a ofrecerle las oportunidades que necesita para un desarrollo pleno. En vista de que el cole no quiso evaluar en su día, este verano hemos tenido que renunciar a vacaciones para pagar la evaluación completa de forma privada ¿Es exagerado? Creo que tomamos una buena decisión, pues era importante evaluar para cerciorarnos de que íbamos por el camino correcto y que no nos dejábamos nada por el camino, y porque a pesar de no haber podido escaparnos, hemos podido disfrutar de otras experiencias (Museos, excursiones, etc.) para desconectar de la rutina y cargar pilas.

¿O realmente deberíamos no darle tanta importancia y tratarle como un niño que pide muñecos de la tele? Pero es que no los pide. Su sueño es aprender, construir, realizar proyectos de astronomía o laboratorio. Además de todo eso es niño como los demás y le gusta jugar, pero hoy por hoy, sus carencias intelectuales están interfiriendo en el resto de áreas. Ayer me contaba mi hijo que le encantó el taller porque le hacían pensar, ya que en el cole no usa el cerebro. Un poco triste, ¿verdad? Pero así es la enseñanza, al menos por regla general, y hablando de enseñanza...de colegio ni hablamos, pues lo que realmente le vendría bien es un colegio alternativo, pero de esos hay pocos y la mayoría privados. Tampoco se trata de convertir su Educación en algo elitista, pero si los colegios educan para la media y no está en ella, ya está en el banquillo. Aún queda mucho para que en España se generalice una verdadera escuela inclusiva. 
Volviendo a la evaluación de las AACC, por otro lado, tenemos el caso de niños que directamente son evaluados por colegio / EOEP, con lo que en sus manos está que se confirmen sus AACC, y por los mismos motivos que antes, en muchas ocasiones sucede que los niños no son correctamente detectados. Las familias que se conforman porque creen en esos resultados, pasan página, y es posible, que en años venideros empiecen a tener problemas por no atender esas altas capacidades que nunca fueron confirmadas,   buscando otros diagnósticos que nunca salen a la luz o encontrando diagnósticos que no son lo que realmente son, lidiando con un posible fracaso escolar, y por supuesto, un desaprovechamiento de ese talento, ya que en esta situación, el niño jamás es atendido por el centro educativo. 

En el caso de familias que siguen insistiendo que su hijo sí es de AACC y sigan luchando porque las mismas se confirmen, nuevamente batalla a la vista, pues o bien tienen que esperar 2 años hasta volver a evaluar, o bien intentan buscar la solución fuera del centro educativo o bien buscan de nuevo atenderles externamente al colegio mientras se confirman dichas altas capacidades.

Por suerte está el caso de niños que son detectados por el colegio y confirmados por el EOEP y proceden con las medidas de atención. Los menos reciben medidas adecuadas, enriquecimiento, aceleración... pero son los menos.

Y lo mejor es no quejarse, aunque esas "medidas" impliquen tarea extra (más de lo mismo) cuando acaban la tarea, o trabajo de ampliación para casa, porque aunque en el informe venga subrayado y en negrita que se deben evitar las tareas repetitivas, no puede dejar ni una sola ficha del libro sin hacer, y ya si convierten a tu hijo en el encargado de subir y bajar las persianas, ya es para enmarcar dicho cargo... nótese la ironía. 

En cualquiera de los supuestos, la familia sufre, el niño sufre, y esto es de lo que realmente deberían de aprender los colegios, docentes, orientadores, etc., pues a veces no se dan cuenta que está en juego algo más que un número o un diagnóstico; está en juego el futuro de un menor, que se halla desamparado y perdido en medio del Sistema Educativo. El estrés que se sufre como familia es directamente proporcional al grado de injusticia, tardanza, no atención y problemas secundarios derivados de esa no atención. El sistema educativo debería de velar porque esto no siga sucediendo, pues el colegio no es un negocio ni un presupuesto. He leído informes de orientadores en los que concluyen que el colegio "X" no está capacitado para atender a dicho alumno por falta de recursos. ¿En serio? ¿Tan difícil es atender? ¿Acaso se han leído las orientaciones de atención a este tipo de diversidad en las aulas? El dinero no lo es todo, y como he dicho más arriba, se necesita más VOLUNTAD, y más ACCIÓN.

Las familias no nos inventamos los problemas, ni nuestros hijos han elegido aburrirse en el cole o ser demasiado sensibles para esta sociedad o tener mayor capacidad que la media. 

Muchas veces maldigo este don, deseo que ojalá hubiera sido un niño de la media, que no destaque en nada y pueda adaptarse a la media, pues después de años de lucha ves que tu hijo sigue sufriendo, sigue sin ser atendido, y la tensión que siento cuando voy al cole a recogerle, pensando en qué habrá pasado ese día, es algo que si no se vive, no se puede entender. Pero luego pienso en todos los momentos que nos regala, en que este don que tienen estos niños debería de ser aprovechado por la sociedad, para mejorarla, para construir un futuro mejor para nuestros nietos. Y no voy a entrar en cuestiones políticas, porque creo no es el lugar adecuado. 

Pero sí, puedo confirmar que las altas capacidades salen caras, a nivel atencional y económico, a nivel familiar, a nivel psicológico, a nivel de esfuerzo, dedicación y compromiso en la lucha por esos derechos que pertenecen a nuestros hijos. 

Y porque a fin de cuentas, la familia somos el único soporte real de nuestros hijos, pues si nosotros como padres no velamos por su bienestar y luchamos por sus derechos, nadie más lo va a hacer. 

Intentamos llegar a esa comunicación familia-colegio que es puro postureo en muchas ocasiones, pues es fundamental caminar en la misma dirección, y esto sucede demasiado poco. 

Así que profesores, orientadores, directores, en definitiva, actores involucrados en la Educación de nuestros hijos, ¡abrid los ojos!, y no miréis hacia otro lado, porque alguna vez os tocará a vosotros y a lo mejor tampoco tendréis dinero ni recursos suficientes como otros, que mandan a sus hijos a EE.UU y así resuelven su papeleta ante las AACC. 

Yo llevo relativamente poco tiempo en esta lucha, apenas 3 años, pero conozco familias que están en mucha peor situación que la nuestra, con hijos adolescentes, que no solo no han sido atendidos sino que además han fracasado en la escuela. ¿No resulta paradójico? El gran potencial, como obstáculo hacia el éxito...

1 comentario:

  1. Es triste pero yo de momento no espero nada del colegio. Despues de entregar la evaluación privada y otros informes psicologicos del niño por problemas de ansiedad, miedos, falta de autoestima, tuve que insistir, y aguantar que la profesora me dijera que solo se hacia alguna actuación en primero de primaria. Al final tras insistir, de todos los informes que di a la profesora, solo llega a la orientadora la evaluacion y encima sacan a mi hijo en medio de un examen para hacerle las pruebas. Asi que si mi hijo tenia pocas ganas de pruebas, eso termino de quitarselas, y si en las pruebas no salio. Como resultado mi hijo tiene pocas ganas de hacer mas test y pruebas, y yo no le veo la utilidad.

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