Cada familia vive circunstancias
diferentes, tiene experiencias diferentes, y por eso no se puede
generalizar acerca de cómo los niños de Altas Capacidades viven el
colegio. Yo solo puedo hablar de mi experiencia. Y así haré. También me
gustaría que se entendiera que hay tantos perfiles de niños de AACC como
niños con AACC hay, pues cada niño es único y diferente. Aunque desde
luego sería muy osado por mi parte decir que no comparten similitudes,
pero cada niño vive su propia experiencia, tiene su propia personalidad y
su propio carácter, que lo diferencian de los demás, y hace que
afronte situaciones similares de diferente manera.
El
cómo mi hijo vive el colegio lo resume un dibujo que hizo hace un par
de semanas. Se me parte el alma de verlo sufrir así, y ojalá pronto
pueda cambiar su visión y su percepción sobre el colegio.
Ha dibujado una cárcel, a sí mismo esposado y su cara de enfado, rabia e impotencia lo dice todo. Empieza escribiendo con letra muy grande, supongo que la frustración que sentía, hacía florecer ese enfado.
La
impotencia que sientes como madre de ver a tu hijo sufrir así todas las
mañanas de lunes a viernes y no saber cómo ayudarlo. Su motivación ha
caído en picado. 1º de Primaria se ha convertido en un auténtico
calvario para él, pues él siente que no va al cole a aprender, sino a
estar sentado durante 5 horas repitiendo una y otra vez lo mismo. No
supone ningún reto para él. A principios de curso me decía que por qué
tenía que ir al colegio a estar con sus amigos. Hasta sus amigos dentro
del cole suponen una obligación para él.
He de decir que el cambio de
etapa ha ido a mejor, porque en Infantil, sus enfados y su frustración
eran diarios. El trabajo individual, más silencio en las clases, le ha
ayudado a estar un poco más sereno y tranquilo. Pero siempre me lo dice:
"Mamá, en el colegio no puedo estar tranquilo, los profesores gritan,
hay muchos niños, hacen mucho ruido y no me dejan estar tranquilo".
Antes,
su curiosidad y sus ansias por aprender eran inagotables. Era mucho más
perseverante, se esforzaba mucho más y disfrutaba más con las cosas.
Ahora, cuando llega a casa no quiere saber nada del mundo, se va a su
cuarto y juega. Siempre ha tenido gran necesidad de jugar, de
desconectar, de estar en su mundo, de reconciliarse consigo mismo. Pero
ahora esto se ha acentuado. No quiere ir a extraescolares, porque lo
único que quiere y lo que más necesita es jugar, y sobre todo
DESCONECTAR. Porque sabe que al día siguiente le toca volver al colegio,
y necesita reponer fuerzas para ello.
En
casa me toca motivarle, darle todo aquello que el colegio no es capaz
de ofrecerle. Y aunque esto puede parecer algo positivo, tiene sus dos
vertientes. Por un lado, en casa le doy aquello que necesita y me pide,
además de su espacio y el tiempo para sí mismo. Pero por el otro lado,
él se da cuenta que en casa tiene todo aquello que añora del colegio y
todo aquello que el resto de compañeros sí tiene en el colegio. Ilusión.
Entonces él se pregunta, ¿para qué voy al colegio? ¿por qué tengo que
pasar por esto?
Y muchos diréis, es
su obligación ir al colegio como la nuestra, como padres, ir a trabajar.
Eso lo entiende, lo que no entiende es la injusticia de pasarlo tan mal
en un sitio que para él es hostil. Porque nos ve a los demás que no
sentimos lo que él siente estando en el colegio, ni sus compañeros, ni
profesores, ni el resto de adultos cuando van al trabajo. Al menos
trabajamos a cambio de dinero. Los niños han de ir al colegio sí o sí,
les guste o no.
De hecho, ahora
que en Primaria existen los partes (ya tiene 1 ó 2, el segundo no sé si
al final se lo pusieron porque no firmamos nada), ya se lo ha dejado
clarito al jefe de estudios. "¡Qué tengo que hacer para que me pongáis
el tercer parte y echarme así del colegio!".
Por
otro lado, el desconocimiento sobre las AACC por parte de los
profesores es tremendo. Hay demasiados mitos y prejuicios, que no ayudan
tampoco. Si hasta me recomendaron que hiciera Homeschooling. Y yo me
pregunto, ¿y quién me paga el sueldo? ¿Los profesores que no atienden a
mi hijo?
Siempre escucho la
misma frase. "Como va sobrado...". Mientras que otros niños que sin
tener ningún diagnóstico de nada, de no presentar necesidades educativas
ni tener informes requiriéndolo así de ningún tipo sí que son atendidos
en determinados momentos, si tienen alguna necesidad puntual. Y por
supuesto que me alegro por ellos, pues así debería de ser. Atención
individualizada. Pero para todos. Si al resto les dan refuerzo para que no se queden
atrás, ¿tanto cuesta atender a los niños de AACC que asimismo presentan
necesidad específica de apoyo educativo? Claro que estar al este de la
campana de Gauss supone no atender, porque como van sobrados... Y así
poco a poco, van perdiendo el interés por aprender, pierden motivación y
la confianza en el sistema educativo, pues no hace nada por ellos. Y
cuando ya por fin estan tan hundidos que empiezan a suspender, entonces
te dicen los profesores que "¿ves que no era de AACC?", "pero si
suspende no puede ser tan listo", y más lindezas del estilo, que aunque
no las haya experimentado aún y espero no tener que hacerlo, sí conozco
gente que ha pasado por ello.
Pero
sobre todo te dicen: "No le enseñes nada que luego te quejas de que se
aburre". Pero a ver señores, que yo no le enseño nada, él pide y pide, y
si no se lo doy se busca la vida.
Aún
recuerdo cuando empezó P4, y ya sabía leer y escribir, que quería
aprender a escribir en cursiva (las minúsculas que se enseñan en el
cole). Tuve tutoría al inicio del curso y su tutora me dijo que por
favor no se lo enseñara, que sino cuando empezaran a tocarlo se iba a
aburrir y que además podría aprender la direccionalidad mal. En ese
momento le hice caso, pues intenté quitarle la idea de la cabeza a
mi hijo. Pero al final se las ingenió él solo para aprenderlo por su cuenta. En
cuanto aprendió, lo dejó y pasó a otro tema.
Dos años después, en la
tutoría que tuve en septiembre con su nueva tutora de 1º, ésta me dijo
que si yo le había enseñado a escribir en cursiva (en nuestro cole en Iinfantil solo se enseña letra de palo -mayúsculas- en Infantil. Le dije que no, y su
respuesta fue: es que su direccionalidad es perfecta, sus compañeros
están muy lejos aún.
Cuando
estaba en P3, su mundo eran las letras y los números. No se aburría pues
no tenía tiempo para ello. Así fue cómo se obcecó con la lectoescritura.
Pero un año después, cuando los problemas en el colegio empezaron a
crecer, también fue cuando empezamos a escuchar por primera vez que no
quería ir al colegio, que se aburría, y que no haría nada hasta que el
resto de sus compañeros aprendieran lo que él ya sabía. Por suerte se
escudó en el dibujo, y dibujaba y dibujaba y dibujaba. Investigaba sobre
el universo, el origen del ser humano, la muerte, el funcionamiento del
cuerpo humano, y descubrió los Lego. Ya en P5 las cosas volvieron a
tornarse un tanto más oscuras, pues ese brillo en sus ojos tendía a
desaparecer, intentaba encajar con sus compañeros, jugaba a los cromos
con ellos aunque no le gustaban e intentaba adaptarse al medio.
Pero a
costa de su esencia. Y me diréis, pero es que tienen que aprender a
socializar, y eso es algo bueno. Y yo os digo, tenéis razón. Pero
siempre ha de haber un equilibrio. Y es que él prefiere estar con niños
más mayores, o con adultos. Y sus iguales para un rato está bien, pero
no para dirigir toda su vida y todos sus intereses. Y ya sabe que si en
el cole se junta con niños más mayores, que entonces los de su clase le
hacen el vacío o le rechazan (eso lo dice él, puede que sea verdad o
puede que no, pero como es su percepción, es su verdad). Y por suerte, a
pesar de haber sido el payaso de la clase durante todo Infantil, es
querido por sus compañeros, que saben cómo es, y lo aceptan. Eso sí que
se lo debo de agradecer a sus maestras de Infantil. En Primaria han
mezclado las clases, así que le ha tocado (como al resto, obviamente),
aprender a conocer a sus compañeros nuevos, a que ellos le conozcan y le
acepten, y viceversa, of course.
Cuanto te entiendo a mi me pasa lo mismo. Uno se siente mal porque sabe q el chico no la pasa bien. Se aburre y en el colegio hacen casi nada. El mio esta en 2do grado y recien ahora empezaron a preocuparse en el cole cuando yo vengo diciendo desde sala de 4. Ahora mi hijo ni quiere ir al cole y los lunes es una tortura para que entre. Y tambien tiene episodios que cuando lo molestan se saca y no logra controlarse.
ResponderEliminarHola!!que es eso de la cartilla.
ResponderEliminarMe he sentido muy identificada leyendo esta entrada, nosotros estamos igual, hay días que directamente no va, por que ya no tengo argumentos me los rebate todos y encima tiene razón claro.
Como te entiendo, El mio va a empezar quinto de primaria, y ya se esta agobiando porque empieza el cole ....
ResponderEliminarHola, yo tento un niño de 10 años en 5º de primaria y con 5 años se le diagnosticó de AACC, un años más tarde le diagnosticaron TEA. Actualmente sigue en terapia por sus problemas conductuales principalmente en el colegio. En 4º de primaria le cambiamos de colegio pues tras tres años de intentar que en el otro colegio comprendieran las características de mi hijo optamos por llevarle a uno privado donde el equipo humano estuviera más preparado y más receptivo para entender lo que tenían entre manos. Mi hijo también expresó con 5 años que el colegio era una carcel pues "allí no soy libre". Se pasaba la mayor parte del tiempo dibujando ( sin dejar de prestar atención pues cuando se le preguntaba, lo sabía todo)y cuando salía al patio siempre se llevaba un libro o su cuaderno de dibujos ya que sus intereses no coincidian con los de otros niños (futbol). Algunas veces jugaba con el resto al futbol y en ocasiones ésto le generaba ansiedad y estrés pues la mayoria según
ResponderEliminarél " hacen trampas", así que acababa enfadado y aislándose. Otras veces jugaba con las chicas o con algún otro niño al que tampoco le interesaba exclusivamente el fútbol. En el primer colegio era muy querido por sus compañeros, los niños crecieron con él, y nadie tenía que explicarles cómo debían interactuar con mi hijo. Lo habían aprendido ellos solos. La adaptación al nuevo colegio no fué fácil. Empezó a tener episodios de agresividad ya que para él era demasiado estresante y los nuevos compañeros a pesar de verle como un niño fascinante ( según me decía el profe que expresaban los compañeros de mi hijo)todavía no habían aprendido, como sus anteriores compañeros, la forma adecuada de interactuar con él. Nosotros nos vimos obligados a convocar una reunión con todos los padres en el colegio y explicarle las especialidades de nuestro hijo. A partir de ahí todo cambió y los niños comprendieron cómo tenian que hacer y se acabaron los episodios agresivos. En clase sigue diciendo que se aburre y pasa mucho tiempo dibujando y dibujando siempre sobre sus temas de interés. Es algo en lo que sigo trabajando pues los profesores muchas veces se sienten frustrados y no saben como hacer para que deje el dibujo y forme parte de la clase. Yo realmente estoy muy involucrada y preocupada, pues cada curso que pasa será más dificil y si no consigo que se involucre más en el trabajo diario en el colegio temo que llegue un momento en el que sus AACC no sean suficiente para pasar el curso . De momento tiene muy buenas notas, pero esta primera evaluación ya le han suspendido algunos exámenes porque no ha contestado o porque sencillamente lo ha roto o llenado de dibujos. Por favor me sería de gran utilidad si alguien me aconsejara cómo puedo ayudar a mi hijo en su hábito de trabajo en el colegio.